El barbo es un pez muy luchador de agua dulce, son famosas sus carreras imparables en cuanto descubre que algo no va bien. Siempre han estado en el segundo plano de la pesca, incluso perseguido y aniquilado injustamente por su fama de acabar con huevas y alevines de trucha. Por fin está saliendo de la oscuridad a la que fue relegado haciéndose un sitio más que merecido entre los peces más deportivos. Aquí os dejo algunos vídeos de estos torpedos, algunos han entrado por accidente y otros buscándolos a cebo. Todos tienen una fuerza excepcional, desproporcionada con respecto a su tamaño.

Barbo con pequeño pez artificial de vinilo

Persiguiendo truchas, este barbo me dio una buena alegría entrando a un pez artificial de vinilo de 7 centímetros. En general los barbos no suelen entrar a artificiales salvo en pantanos con alburnos en los que se están volviendo muy agresivos. En esta jornada ningún barbo se decidió a entrar salvo el del vídeo, es curioso ya que vi como pasaba por delante de muchos barbos de buen tamaño sin que le prestaran atención o lo siguieran más con curiosidad que con hambre.

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Pesca de barbos con lombriz de tierra

Volviendo a mis orígenes y después de observar la abundancia de torpedos de buen tamaño en la zona, dediqué una jornada a perseguirlos con corcho y lombriz. Da gusto ver como se han recuperado después de la caza de brujas que sufrieron y como conviven con las truchas sin ningún problema. El intento de exterminio de años pasados solo consiguió llenar las orillas de peces muertos, espero que se aprenda de los errores.

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Pesca de barbo con señuelo duro

Cuando el barbo tiene hambre no se resiste a un bombón en forma de alevín. En este caso el barbo entró a un pequeño pez artificial destinado a la trucha. Durante la jornada entraron algunas truchas y este barbo al mismo señuelo, da gusto pescar así, sabes que tienes un buen torpedo al otro lado del hilo, ¿será un truchón? sospechas que es barbo por sus carreras pero mantienes la tensión hasta que consigues ver su aleta.

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Un barbo de montaña

Aun siendo un barbo también, este ejemplar de barbo de montaña es muy especial y nada fácil de ver en los escenarios que frecuento. Fue una bonita sorpresa que entrara a una cucharilla destinada a la trucha, gracias a su ataque pude ver de cerca un ejemplar de su especie. Hacía mucho que no veía uno de estos de cerca
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